Higiene

Capilar

La higiene capilar comienza en el lavacabezas y es uno de los servicios que menos importancia y tiempo le dedicamos en nuestro salón.

Este servicio se efectúa, pensando en las necesidades primarias y embellecimiento del cuero cabelludo y el cabello de ello va a depender el resultado de los trabajos a realizar posteriormente, nos ofrecerá innumerables ventajas como:

  • Una higiene completa, con sensación de alivio y bien estar ante el prurito
  • Desenredar fácilmente sin dañar la estructura del cabello
  • Poder realizar un servicio de secado mejor y más rápido con mayor durabilidad
  • Que cualquier de nuestros trabajos como corte, color tengan su total expresividad.

La higiene capilar es el primer servicio y primera toma de contacto con el cliente, es decir, el primer pilar de un trabajo bien hecho y la impresión del cliente ante nuestro salón.

El modo de la ejecución del lavado es el éxito o fracaso de muchos de los servicios que salen de nuestros salones, ni que decir tiene, que tendremos que usar una base lavante adecuada a cada una de nuestras necesidades capilares o posible anomalía del cuero cabelludo.

CHAMPÚ

No podemos realizar lavados del cabello con una cosa cualquiera o con un detergente agresivo sin sufrir las consecuencias. la cutícula se convierte en un cabello rugoso o con resquebrajamiento (Tricoptilosis o doble punta) hasta el extremo que el cuero cabelludo se pueda enrojece y volverse pruriginoso.

La frecuencia de lavados en nuestro cuero cabelludo y cabello junto con bases detergente compradas en cualquier lugar (Principios activos agresivos) hacen que nuestra protección dérmica este cada vez más vulnerable y suframos consecuencias anómalas en el cuero cabelludo, de ay la importancia del uso de base específicas para cada una de nuestras necesidades capilares así como ejecución del lavado y la frecuencia para un aspecto sano y saludable.

CORRECTA FORMA DEL LAVADO

 

La correcta ejecución del champú se debe iniciar consiguiendo la justa temperatura del agua. El agua fría provoca la brusca contracción del músculo erector del cabello con gran secreción de sebo que se limitará la formación de la espuma

El agua caliente, por otra parte, estimula las glándulas sebáceas a producir de nuevo más cantidad de sebo

El champú deberá siempre ser diluido en agua para distribuir todo el contenido sobre el cabello, la distribución del champú debe ser siempre adecuada y con maniobras delicadas con movimientos circulares en sentido cuticular, teniendo en cuenta que no es la energía de nuestras manos la que efectúan el lavado sino el principio activo que contiene el champú con lo que se ha de acompañar al principio activo para su activación y posterior limpieza. la difusión de la parte detergente con masajes.
Luego se deja en reposo unos minutos para después pasar el enjuague, durante este tiempo el tensoactivo se disuelve e interactúa entre la suciedad y el sebo, en la fase de enjuague el cabello sufre mayor traumatismo porque está hinchado, esta hinchazón se la produce el agua.

Un dato importante a tener en cuenta es de dar la misma importancia al cabello que y al cuero cabelludo, insistiendo en masaje para que también exista una buena difusión sobre la piel.

Un lavado incorrecto empobrece el manto hidrolipídico por la evaporación del componente acuoso del propio cabello, agrede externamente al cabello por la coagulación de la proteína dejándolo mojado por dentro.